En el mes de junio



que los sacerdotes, unidos al Corazón de Cristo, sean siempre verdaderos testimonios del amor cuidadoso y misericordioso de Dios.


Esta es la intención mensual de oración del Papa Benedicto XVI. El Corazón de Cristo está abierto. Por Él nos hacemos uno en su interior. También nos muestra cómo sale a nuestro encuentro, con el Corazón por delante, con todo lo que es y con todo su Amor hacia nosotros... Así las heridas sanan...

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